28 de junio de 2013

Sobre la liquidación de la UD Salamanca: el conflicto que puede venir.

La UD Salamanca era uno de esos equipos clásicos, simpáticos, modestos... que tuvo su etapa dorada en Primera División, su naturaleza de club "ascensor"... que ha pasado a la historia y que se encuentra en liquidación. Las deudas se han impuesto al sentimiento. Estos equipos grandes pero pequeños no cuentan con una masa social ni un empresariado capaz de sostener los impagos que otros clubes vienen eludiendo de diferentes maneras. 

El Auto del Juez saca a subasta los derechos federativos de la extinta UD, tanto los del equipo aficionado como los de los equipos de base, por 500.000 euros de salida (puede consultarse, íntegro, en http://www.udsalamanca.es/noticias/noticias/condiciones-de-la-subasta-de-los-bienes-de-la-ud-salamanca-sad.html). Y contiene un "recadito": la adquisición de los mismos en subasta es título suficiente para que la RFEF, la LFP (no es el caso) o "cualesquiera organismos administrativos" (la Federacion de Fútbol de Castilla y León) inscriban a los equipos en las categorías a que tuvieran derecho atendiendo a los méritos deportivos de la temporada que acaba de terminar.

El primer conflicto que se plantea es si la RFEF inscribirá en tercera división, vía FFCL, a un club que adquiere su plaza en subasta judicial. El Edicto es claro, y aquí no hay que asumir los impagos previos para hacerse cargo de la plaza: se adjudica y punto.

El segundo conflicto que se avecina es el de la "sucesión" de empresa deportiva, ex nuevo artículo 104 RG RFEF, al que ya nos hemos referido. Cuando un comprador quiera disputar sus partidos en El Helmántico (que también se subasta, por cierto), y le digan que no si no paga lo que debía el anterior, me temo que S.Sª no va a ponerse muy contenta. Al tiempo.

26 de junio de 2013

Sobre la parcialidad y los prejuicios

Hace muchos años, cuando yo arbitraba en el Comité Madrileño, hubo un equipo que se quejó de la designación de  Sánchez Moreno, buen árbitro de primera división, porque había nacido en Sevilla cuarenta y tantos años antes y dirigía a uno de los dos clubes de la capital hispalense. A Ansuátegui Roca también intentaron quitarle un partido del Osasuna porque había estudiado medicina en la Universidad de Navarra...

Con Ángel Villar en la RFEF el Athletic ha ganado bien poco, pero cada vez que hay algo polémico parece que es el responsable, beneficiando a "su" club. Con Astiazarán en la LFP la Real Sociedad ha descendido y no ha ascendido durante años. Con Jorge Carretero como portavoz de la RFEF la RSD Alcalá no sólo no ha ascendido, sino que ha descendido. Y recién llegado Javier Tebas a la presidencia de la LFP, la SD Huesca ha descendido. Pero ahora resulta que las decisiones que pueda tomar la Liga respecto de equipos presuntamente incumplidores, que podrían beneficiar al Huesca, son premeditadas y hay que cuestionarlas por la relación de Javier Tebas con dicho club... (por cierto, que Javier Tebas nació en Costa Rica y no en Huesca, como algunos ya se han aventurado a lanzar para justificar esos argumentos).

Sin embargo, nadie se escandalizó cuando Djukic (que falló el penalti que daba una liga al Deportivo) fichó por el Valencia, del que ahora será entrenador. ¿Por qué?

Los directivos del fútbol proceden del fútbol. Y ya está. Lo demás hay que probarlo.

23 de junio de 2013

FIFA y los agentes: el timo del "tocomocho"

Pues ahora resulta que para ejercer como agente en el fútbol no va a hacer falta licencia. Lo va a poder ser cualquiera (imaginamos que cumpliendo algunos requisitos generales o deportivos), ya que con el mero registro como tal, podrá actuar. Se acabó la regulación FIFA de los agentes de jugadores, a pesar de que incluso la UE la consideraba satisfactoria, con algunos retoques.

Todo eso está muy bien, si no fuera porque ahora mismo existen unos cuantos miles de agentes (unos pocos cientos, en España) que pagaron sus derechos de examen y han venido satisfaciendo su colegiación, como agentes, a la Federación año tras año. Algunos incluso han realizado cursos en entidades privadas o en la propia RFEF para superar las pruebas y obtener la licencia. Dinero tirado a la basura, porque ahora el sector se va a romper.

Imaginen que compran una licencia de taxi por unos cuantos ceros (de euros) y pocos años después se liberaliza el sector y el que quiera puede ofrecer su asientos libres a cambio de un precio. La reacción comprensible de los taxistas sería la del protagonista de "Un día de furia". Esto mismo es lo que se pretende hacer con los agentes (a los que desde aquí animamos a otro tipo de protestas más pacíficas, aunque les asista la razón). ¿No se quejaban del intrusismo? Ahora los intrusos poco más o menos que van a ser ellos.

Eso sí, el aluvión de agentes deberá previamente inscribirse en el registro que se habilitará para ello (vamos, que pagarán unas tasas por serlo). Conclusión: los que ya lo eran, como dijo la famosa parlamentaria, que se j... Y los que vengan, que paguen, que por quitar las licencias no hay que perder ingresos. Toda una obra de arte. 

A ver si los agentes logran unirse para exigir, bien las correspondientes indemnizaciones, bien  la retirada de la "novedad" FIFA, sea a través del TAS o de las autoridades nacionales o comunitarias. Desde ya, contáis con todo mi apoyo. A por ellos.

21 de junio de 2013

Sobre el Málaga, el Rayo y el Sevilla...

A estas alturas todavía no está claro cuál será el último equipo español que dispute la Europa League, por eso de que ahora con clasificarse no vale, además hay que tener el visto bueno financiero. La cosa no deja de ser curiosa, porque aunque el espíritu es loable, la ejecución no deja de ser mejorable.

En mi opinión, habría que marcar las reglas antes de empezar la partida. Lo de la licencia UEFA está muy bien, pero al empezar la Liga y no según acaba. Es decir, que el 1 de julio se le dice a los clubes, de cara a la temporada siguiente "tú, tú y tú no tenéis opciones de jugar en Europa, aunque os clasifiquéis, porque no cumplís las normas económicas que hemos establecido", y no pasa nada. Las directivas y los aficionados asumen que ese año no se puede conseguir como meta una clasificación europea, se diseña una plantilla acorde al condicionante y se queda lo mejor posible. Sin problemas.

Lo que resulta un tanto improcedente es que durante la temporada se evalúe a los equipos, y que una vez que se van consiguiendo los objetivos sobre el terreno de juego se desvanezcan en los despachos, sobre la marcha, enojando a todos (con razón). Cierto es que puede ser que durante la temporada se hayan producido malas gestiones, pero eso se puede solventar la siguiente temporada, a un año vista, donde con independencia de militar en Europa por haberlo conseguido, se sabrá que la siguiente temporada dicha circunstancia no podrá ya producirse. Y hay otros medios no tan agresivos, como impedir al club la posibilidad de fichar, sancionarlo económicamente o con descuento de puntos, etc.

Hace algunos meses indicaba en esta sección que ya no soy capaz de recordar quién ha ganado las últimas Vueltas, Tours y Giros, porque los ganadores van cayendo por dopaje muchos años después. Al final, en el fútbol tampoco vamos a poder saber quién se clasifica para Europa mirando la clasificación, y lo que es peor, los finales de Liga quedan del todo desvirtuados por la consecución (o la esperanza) de metas que son luego inviables por razones extradeportivas. 

La cartas en la mesa al inicio de la partida. Los equipos deben saber al empezar la temporada si compiten para ganar el título, para jugar en Europa, para mantenerse sin problemas o para no bajar, sin interferencias extradeportivas. Éstas pueden quedar para la siguiente temporada.

16 de junio de 2013

Hay que escribir sobre Messi, ¿no?

Pues sí, parece obligado. Y no queremos defraudar a nadie. Messi está involucrado en una investigación y acusación sobre una posible defraudación fiscal. Cuatro millones de euros. Penas de cárcel.

A mi entender, el deporte debe tener un tratamiento fiscal específico. Porque la vida del jugador es corta, gana mucho dinero en poco tiempo y demás. Que al Sr. Blesa, Botín o Francisco González los sangren a impuestos (que lo hacen) no me preocupa, porque ganan mucho más que los futbolistas y además lo van a seguir haciendo hasta que se jubilen. Con los deportistas hay algo distinto.

Eso de que te quiten más de la mitad de lo que ganas debe doler. Y vamos a dejarnos de la hipócrita frase de que ójala yo pagara esa cantidad porque significaría que gano mucho. Llegado el momento, dolería igual (supongo). Y por ello es lógico que los jugadores, y los artistas, y muchos profesionales de prestigio y los empresarios busquen cómo gestionar sus ingresos de manera que la elevada carga impositiva se reduzca. A veces legalmente. Otras no tanto. A ver si alguien se va a sorprender de algo a estas alturas.

Pues bien: existen paraísos fiscales, cuyo objeto es recibir dinero procedente mayoritariamente de defraudaciones y crímenes, Estados que forman parte de la ONU y con los que hay relaciones diplomáticas.  Y empresas que se dedican a servir de tapaderas de ingenierías financieras. Y jugadores que pagan un 56% de sus ingresos, que intentan pagar algo menos y que a veces se dejan guiar por impulsos o personas que exceden de las líneas rojas marcadas. 

Posiblemente el modelo de progresividad fiscal esté caduco, y sea mucho más adecuado un modelo proporcional (y sensato) idéntico para todas las rentas (sin privilegios forales o cupos), y un impuesto sobre el patrimonio selectivo complementario. Y, de manera añadida, la desaparición de los derechos de imagen como rendimientos con una tributación diferente a la salarial (¿por qué?). Y meter mano (perdón) a los paraísos fiscales. Y suprimir completamente el régimen de "impatriados", que es la consagración de la imbecilidad (fomentemos que vengan de fuera haciendo que los costes impositivos sean la mitad; que vengan pero en igualdad de condiciones).

Así que, a por Messi (si ha hecho algo)... pero sin olvidar lo demás.




11 de junio de 2013

El crowdfunding como ¿salvación? del Real Zaragoza.

José Antonio Visús, contra el que nada tengo, encabeza un movimiento que pretende aglutinar al zaragocismo para conseguir un cambio en el accionariado del club que posibilite la renovación de sus dirigentes y estructuras. Cuando los resultados deportivos no van bien, es algo lógico.

Sin embargo, las cosas no me cuadran. Agapito Iglesias invirtió 12 millones de euros en el Real Zaragoza. Ahora se le quiere obligar a aceptar 2 millones de euros (que todavía no se han conseguido) para adquirir sus acciones, y además con apariencia de "expulsión". Casi un "todo a cien". ¿Ustedes venderían algo por seis veces menos de su valor de compra, si no existiera una necesidad imperiosa de liquidez? ¿Verdad que no? Esto mismo es lo que debe pensar el actual accionista mayoritario del Zaragoza. Ya vendrán tiempos mejores (cuyo punto de partida real será el cumplimiento del plan de pagos del concurso) y la consiguiente revalorización de las acciones. A esperar una oferta seria, y si no, a seguir esperando.

Por otra parte, el procedimiento utilizado plantea diferentes dudas, puede que por lo precipitado de su presentación. Un equipo de personas se ofrece como futuros gestores y dirigentes de una entidad, sobre la base de que otras (los aficionados y empresas a los que se ofrece la participación) van a aportar cantidades de dinero que, sumadas, cubrirán la cifra que se considera ¿suficiente? para ¿forzar? la salida de Agapito Iglesias. No  queda claro si serán accionistas que efectúan una compra condicionada por medio de un tercero, o si su aportación será una donación para que dicha entidad sea la titular de las acciones, adquiriendo meros derechos políticos en la misma. No queda claro con cuánto dinero van a participar los que se postulan como futuros gestores y dirigentes. No queda claro quiénes son esas personas físicas y jurídicas que se han comprometido ya con la causa. Lo que es innegable es que Agapito Iglesias se juega su dinero, y que la nueva alternativa jugaría con dinero ajeno, al menos con dinero propio y mayoritariamente ajeno en un complejo conglomerado.

Tanto por la ínfima cuantificación de las acciones, como por la singularidad del procedimiento utilizado, soy realmente escéptico respecto de la viabilidad del proyecto. Claro, que a lo mejor me lo explican más despacio y me convencen... ¿por qué no?



6 de junio de 2013

El fútbol (el deporte) no es cine o teatro: el sentimiento debe tener reflejo legislativo

En una gran, pequeña o mediana ciudad hay un cine, o un teatro. A la gente le gusta el espectáculo y acude. El empresario empieza a programar películas de peor calidad y la gente empieza a protestar y a dejar de ir. La cosa continúa y el aforo sigue cayendo. Al final el cine o vuelve a traer películas o cierra.

En esa misma ciudad hay un equipo de fútbol. A la gente le gusta el fútbol y acude. El empresario (el máximo accionista de la SAD) empieza a traer jugadores de baja calidad y/o a adoptar decisiones equivocadas, op sencillamente la pelota no entra y la gente empieza a protestar, pero sigue yendo al campo. La cosa continúa pero la gente sigue yendo al campo. Al final el equipo desciende o entra en concurso de acreedores, o las dos cosas, pero la gente sigue con el equipo.

El legislador de 1990 pensó en responsabilizar a los dirigentes del fútbol de las deudas contraidas por los equipos y creó las SAD (eso sí, dejando intencionadamente fuera al Real Madrid y al FC Barcelona, que sabía lo que hacía, beneficiándose de ello el At. Osasuna y el Ath. de Bilbao). Ahora el panorama económico sigue siendo el mismo pero los socios de los equipos han dejado de ser los dueños de los mismos, limitándose a ser meros espectadores de cine o teatro. Al presidente no se le puede echar mediante una moción de censura, ni a los cuatro años, ni éste tampoco puede dimitir y escapar porque tiene invertido su dinero y hay que esperar una buena oferta, obviamente. Y ello impide la necesaria renovación.

¿Tan difícil era establecer en la Ley del deporte un sistema de avales de responsabilidad (el que tienen Real madrid, FC Barcelona, At. Osasuna y Ath. de Bilbao) para todos los clubes que militaran en la competición profesional, manteniendo el control de las entidades en los socios? ¿O establecer un sistema mixto en el que los accionistas tuvieran que coordinar actuaciones con los socios (los abonados, los que van al campo desde hace años y no tienen acciones porque son gente sencilla)?

A ver si alguien se entera: el fútbol (el deporte) no es el cine ni el teatro. Existe un sentimiento que vincula al espectador con la entidad, con los jugadores, incluso con el estadio. Hay que actuar al respecto con urgencia.


4 de junio de 2013

"Censurar" los marcadores la última jornada: un gran invento

El sábado estuve en La Romareda presenciando el Zaragoza - Atlético de Madrid. Un partido a vida o muerte con casi lleno en la grada y en el que la salsa estaba tanto en lo que acontecía en el césped como en lo que pasaba en varios partidos a cientos de kilómetros de distancia.

Pues bien, siguiendo las indicaciones establecidas al efecto, el videomarcador se limitaba a mostrar el equipo local, el visitante y el resultado. Y así todo el encuentro. Es decir, lo que a nadie le importaba porque estaba viendo. Que el gasto de luz empleado se lo podrían haber ahorrado, porque los "taytantos" mil aficionados sabían:
a) que un equipo era el Real Zaragoza (además, llevaba su indumentaria habitual).
b) que el otro era el At. de Madrid (igual era porque iban de azul)
c) el resultado (a no ser que aconteciera un marcador de balonmano o baloncesto), que a eso iban y, de verdad, que a la gente no se le pasa

El videomarcador no informaba del tiempo transcurrido ni de las variaciones de los marcadores de otros encuentros. Se supone que ¿para minorar la violencia? ¿para una mayor pureza de la competición? ¿para no generar stress en los banquillos?

Pues bien: vamos a dar una primicia nacional. Bueno, dos.

Existe un aparato económico, llamado radio, que permite sintonizar diferentes cadenas en las que nos cuentan el partido y lo que pasa en los otros que también puedan interesar. Incluso se puede hacer a través del teléfono móvil, donde además podemos ver la prensa digital en directo con idéntico resultado.

Y hay otra invención espectacular llamada reloj, que permite saber la hora y el tiempo que pasa desde un determinado momento. Algunos incluso llevan cronómetro y se puede hacer con exactitud. Y en los teléfonos móviles hay de las dos cosas.

Así es que aunque el videomarcador permaneciera mudo, la gente en general sabía lo que estaba pasando y el tiempo transcurrido. Alguno no, y preguntaba y se lo decían. Por lo que la censura del videomarcador, si me lo permiten, es una absoluta y auténtica gi-li-po-llez, que a lo sumo obliga al espectador a asistir con reloj y radio o teléfono móvil, y con eso arreglamos lo que alguien con tanto celo pretende ocultarnos. 

Así que, desde aquí, proponemos que finalice el absurdo. Claro, que igual me hacen caso y prohíben llevar relojes, radios y móviles al campo...


1 de junio de 2013

Giovani dos Santos y FIFA: ¿estamos todos locos?

Giovani Dos Santos es un futbolista profesional. Vive del fútbol. Y vive del fútbol porque le paga un club, en este caso el RCD Mallorca SAD. No le paga FIFA. Ni su Federación. Si no estuviera en el Mallorca posiblemente no fuera internacional. Y, en cualquier caso, si viviera de lo que le pagara su Federación no sería profesional. Hasta aquí, todo claro.

Su Federación tiene una selección nacional, como todas. Disputa partidos oficiales y amistosos, como todas.   Dichos partidos en ocasiones interfieren sus obligaciones laborales, dado que si bien cuando juega España la liga se detiene, no existe una coordinación absoluta a nivel mundial en la materia, aunque se ha avanzado mucho en los últimos tiempos. Y a ello hay que añadir los viajes. Es decir, que el hecho de que Giovani juegue con su selección le cuesta al Mallorca prescindir de sus servicios.

Pues bien: resulta que FIFA programa un partido oficial en una fecha reservada para partidos amistosos, cuyo régimen de incorporación es más flexible. Y pretende aplicar las reglas de los partidos oficiales (vamos, que el calendario mundial es más falso que un billete de tres euros). A lo que se suma que este despropósito, durante la Liga, es doloroso y perjudicial, pero planteado en la última jornada de competición, donde el RCD Mallorca SAD se juega la vida, es sencillamente inadmisible.

La LFP ha apoyado al club mallorquín, porque le asiste la razón (recordemos que hay otros tres equipos beneficiados por el hecho de que el Mallorca juegue debilitado, pero esto sólo tiene una dirección). La RFEF se encuentra en el brete de defender a los suyos contraviniendo las decisiones de "papá" FIFA, lo cual es complicado y sería ir contra sí misma. El Valladolid dice que si se alinea el jugador lo denunciará por alineación indebida (y digo yo, ¿qué le importará al Valladolid el asunto?). FIFA amenaza con castigar al club si alinea a Giovani Dos Santos... Los otros tres equipos implicados en descenso, expectantes...

¿Estamos todos locos? Al final llegaremos a ver una Champions League, una Eurocopa y un Mundial organizados por las Ligas Profesionales a nivel internacional privado, siguiendo un calendario riguroso sin incompatibilidades y unas condiciones de liberación de los deportistas razonables y debidamente retribuidas. FIFA está cavando su propia fosa. Al tiempo. Ya tenemos el ejemplo del baloncesto.