Gibraltar quiso ser admitido en UEFA antes del año 2001, y tras mucho pelear, consiguió que el TAS fallara a su favor. Ahora esa colonia británica, asentada parcialmente en suelo español (recordemos que los acuerdos internacionales ceden mucho menos terreno que el ocupado), aspira a reírse de nosotros (porque no es otra cosa) mediante su reconocimiento, a nivel de Estado, en el fútbol europeo. ¿Imaginan un España - Gibraltar?
Platini dice que no se puede hacer nada. Qué pena. Hay que cumplir la resolución del TAS. Bueno, pues admitamos a Gibraltar. Eso sí, es evidente que tras acordar el ingreso no resultaría nada difícil modificar los Estatutos para establecer, como causa de exclusión de la organización, no contar con el reconocimiento de Naciones Unidas como Estado o no lograr la convalidación de la Asamblea General, por unanimidad, de la pertenencia (para respetar la adscripción de otros territorios no problemáticos). O no disponer de un determinado número mínimo de licencias. O lo que sea. Y si no les gusta, que recurran. Y si los plazos son los mismos, hasta 2025 (si es que gana en el TAS) no se replanteará el asunto. Es su problema. Bastante rostro le echaron pidiendo la admisión como para tener escrúpulos en evitar el atropello.
Ahora va a resultar que UEFA cumple sumisamente las resoluciones contrarias a sus intereses... ¿o es que esto no es contrario a "sus" intereses y entonces da igual, máxime siendo Blatter (británico) presidente de FIFA? Que no nos creemos que con verdadera voluntad no se impida el ingreso de Gibraltar, oiga.