Pues ahora resulta que para ejercer como agente en el fútbol no va a hacer falta licencia. Lo va a poder ser cualquiera (imaginamos que cumpliendo algunos requisitos generales o deportivos), ya que con el mero registro como tal, podrá actuar. Se acabó la regulación FIFA de los agentes de jugadores, a pesar de que incluso la UE la consideraba satisfactoria, con algunos retoques.
Todo eso está muy bien, si no fuera porque ahora mismo existen unos cuantos miles de agentes (unos pocos cientos, en España) que pagaron sus derechos de examen y han venido satisfaciendo su colegiación, como agentes, a la Federación año tras año. Algunos incluso han realizado cursos en entidades privadas o en la propia RFEF para superar las pruebas y obtener la licencia. Dinero tirado a la basura, porque ahora el sector se va a romper.
Imaginen que compran una licencia de taxi por unos cuantos ceros (de euros) y pocos años después se liberaliza el sector y el que quiera puede ofrecer su asientos libres a cambio de un precio. La reacción comprensible de los taxistas sería la del protagonista de "Un día de furia". Esto mismo es lo que se pretende hacer con los agentes (a los que desde aquí animamos a otro tipo de protestas más pacíficas, aunque les asista la razón). ¿No se quejaban del intrusismo? Ahora los intrusos poco más o menos que van a ser ellos.
Eso sí, el aluvión de agentes deberá previamente inscribirse en el registro que se habilitará para ello (vamos, que pagarán unas tasas por serlo). Conclusión: los que ya lo eran, como dijo la famosa parlamentaria, que se j... Y los que vengan, que paguen, que por quitar las licencias no hay que perder ingresos. Toda una obra de arte.
A ver si los agentes logran unirse para exigir, bien las correspondientes indemnizaciones, bien la retirada de la "novedad" FIFA, sea a través del TAS o de las autoridades nacionales o comunitarias. Desde ya, contáis con todo mi apoyo. A por ellos.